El cuy chactado es un plato típico de la gastronomía peruana, concretamente de las serranías del país. Como no se ha podido determinar de qué provincia es el orígen, se la disputan Arequipa, Ayacucho y Huancavelica, pero se la puede disfrutar en toda la sierra del país.
Este plato rico en sabor, proteínas y minerales, tiene como principal protagonista al cuy, un mamífero pequeño doméstico, muy utilizado en zona andina de Perú, para preparar deliciosos platos típicos.
Los orígenes del cuy son muy remotos, pero se sabe que hace 5,000 años ya servían como alimento a los antiguos peruanos. Cuando los primeros españoles llegaron al Perú, lo llamaron “conejillo de Indias”, porque les recordó a sus conejos.
Aquí en América, ha recibido diversos nombres como cuyo al sur de México y Guatemala, curiel en Cuba, cuilo en Colombia y Costa Rica, cuya en El Salvador, cuy en Ecuador y Perú, cuye en el sur del Perú y Bolivia, y cuis en Argentina y Chile.
El plato
Este consta de un cuy entero frito en abundante aceite, se acompaña con papas sancochadas, ensalada y maiz tostado o sancochado. La textura de la piel es crocante y la carne muy suave, lo que es muy apreciado por los consumidores. Generalmente, suele acompañar a otros platos típicos fríos.
Para preparar un delicioso cuy chactado se requiere:
•Un cuy entero
•200 g. de harina de maíz
•500 ml de aceite vegetal
•3 dientes de ajos
•Comino
•Pimienta
•Sal yodada
•Limón
Elaboración:
Lava el cuy con agua y luego pásale limón por todo el cuerpo, dentro y fuera. Déjalo reposar una hora y luego enjuagalo y déjalo secar por dos horas.
Muele los granos de maíz blanco tostado con sal hasta lograr los 100 gramos necesarios.
En una tabla y ayudada de una piedra, o mortero, muele los dientes de ajo con la sal, la pimienta y el comino.
En una tabla y ayudada de una piedra, o mortero, muele los dientes de ajo con la sal, la pimienta y el comino.
Una vez seca la carne, procede a sazonarla con la mezcla anterior y luego pasa la presa por la harina de maiz previamente tamizada.
Calienta el aceite y fríe enseguida la presa, tapando bien; una vez dorado ambos lados, resérvalos en papel absorbente.
Sirve el plato acompañado de papas sancochadas doradas, ensaladas o la guarnición que elijas.